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La flor de Cempasúchil símbolo de Día de Muertos.

Ciudad de México; 31 de octubre de 2022.- En estos días que en México se realizan festividades por Día de Muertos, uno de los símbolos principales de los altares de muertos es la flor de Cempasúchil, pero ¿Qué significado tiene? Aquí te contamos los detalles.

El nombre de “Cempohualxochitl” proviene del náhuatl y que significa “veinte flores” o “ varias flores”, la planta es nativa de México y los antepasados le asimilaban al color de la flor con el sol por lo que eran utilizadas para la decoración del altar de muertos, tradición que se conservan los mexicanos hasta nuestros días.

El Cempasúchil tienen el propósito de adornar y llevar el camino de las almas a la tierra y de regreso. La Nube, los Lirios, el alhelí -principalmente-, son las las flores que también son símbolos de la festividad por sus colores y estelas aromáticas en el altar de muertos. Adornan y aromatizan el lugar durante la estancia del ánima, la cual al marcharse se irá contenta y forman parte esencial de las ofrendas a los seres queridos.

¿Qué son las ofrendas de Día de Muertos?

La ofrenda es ese ritual colorido donde el individuo y la comunidad están representados con su dádiva; es un acto sagrado, pero también puede ser profano: la tradición popular es la simbiosis de la devoción sagrada y la práctica profana.

Ofrendar, en el Día de Muertos, es compartir con los difuntos el pan, la sal, las frutas, los manjares culinarios, el agua y, si son adultos, el vino. Ofrendar es estar cerca de nuestros muertos para dialogar con su recuerdo, con su vida. La ofrenda es el reencuentro con un ritual que convoca a la memoria.

La ofrenda del Día de Muertos es una mezcla cultural donde los europeos pusieron algunas flores, ceras, velas y veladoras; los indígenas le agregaron el sahumerio con su copal y la comida y la flor de cempasúchil (Zempoalxóchitl). La ofrenda, tal y como la conocemos hoy, es también un reflejo del sincretismo del viejo y el nuevo mundo. Se recibe a los muertos con elementos naturales, frugales e intangibles -incluimos aquí las estelas de olores y fragancias que le nacen a las flores, al incienso y al copal-.

La ofrenda de muertos debe tener varios elementos esenciales. Si faltara uno de ellos, se pierde aunque no del todo el encanto espiritual que rodea a este patrimonio religioso.