Mié. May 15th, 2024
El cuerpo humano se adapta al frío y al calor excesivos.

Ciudad de México; 23 de noviembre de 2020.- Migrantes que caminan por el desierto sometidos a altas temperaturas, alpinistas que soportan frío intenso, o indigentes que duermen en las calles, son ejemplos de la resistencia del cuerpo humano a temperaturas extremas.

El ser humano se ha adaptado a vivir en estos ambientes en diversos lugares del mundo. Para soportarlos lleva a cabo adecuaciones en sus viviendas, lugares de trabajo, alimentación, vestimenta y hábitos de vida; sin embargo, el cuerpo tiene una tolerancia que, en ocasiones, se puede rebasar.

“En general en calor sabemos que se pueden resistir temperaturas de hasta 60 grados con mucho riesgo para la vida. Se puede resistir un tiempo que varía dependiendo de la humedad del ambiente, pues lo que causa los choques de calor no es la temperatura incrementada, sino la deshidratación”, explicó José Israel León Pedroza, académico del Departamento de Bioquímica de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM.

Relató que a partir de algunos experimentos crueles y antiéticos de la Alemania nazi, se sabe que en frío se puede resistir hasta menos 30 grados durante aproximadamente 30 minutos. “Hay congelamiento a diferentes temperaturas y las personas se pueden recuperar, pero por debajo de 30 grados se presenta la muerte”.